El agotamiento emocional es la acumulación de una fatiga psicológica tal, que la persona siente que no es capaz de hacer frente a su día a día.
Esto no se produce de una día para otro, sino que se va fraguando poco a poco, de modo que la persona casi no se da cuenta de lo que va a cumulando, hasta que llega un punto, en que siente que no puede más y se bloquea.
Causas del agotamiento emocional
Las causas pueden ser varias, pero las principales son las siguientes:
- Puede ocurrir que la persona se vea sometida a mucha presión de forma continua en el día a día (incluso de sacrificio” continuo). Así, un día y otro día, se va acumulando la tensión, y si la persona no tiene mecanismos para descargar esta tensión, llegará a rebosar. Es como un vaso que se va llenando hasta que se derrama.
- Cuando en nuestra historia previa vital, hemos ido enganchando acontecimientos negativos, estresantes, decepcionantes, historias sin resolver, etc (generalmente duelos de diversa índole). Estas vivencias se van encadenando en el tiempo, y no se llegan a procesar, con lo que la persona no ha tenido tiempo literalmente para recuperarse.
- Cuando sentimos que lo que damos y lo que recibimos no está compensado. Lo que se da es mucho mayor que lo que se recibe a cambio en el trabajo, la pareja, la familia, u otro ámbito de la vida.
- Cuando se vive en medio de una situación tan problemática y ante las que se tiene tan pocas perspectivas de cambio, que se genera una situación indefensión, ya que la persona siente que haga lo que haga, no sirve de nada o de poco.
Generalmente, en estas situaciones, la persona afectada, tiene poco tiempo para sí, no recibe reconocimiento o recibe poco, se exige “ser fuerte”, con lo que sus necesidades se quedan relegadas a un segundo (o tercer, o cuarto,…) plano.
Aunque es un problema emocional, la realidad es que afecta también a nivel físico, manifestándose a través de una gran fatiga, de la que no es capaz de recuperarse ni siquiera tras un descanso de la situación.
Síntomas del agotamiento emocional
Los síntomas del agotamiento emocional son:
- Como he mencionado, el cansancio físico, ya desde que se levanta.
- Insomnio, ya que aunque está reventado, su cabeza no para.
- Irritabilidad y mal humor. Se siente muy sensible ante comentarios o gestos que a veces reconoce no tienen importancia. Y claro, la respuesta emocional a veces se acompaña de una pérdida de autocontrol.
- Desmotivación, falta de ilusión al hacer las cosas. Las hace con resignación, de forma mecánica, pero sin ninguna gana.
- Aplanamiento afectivo, de modo que a veces refiere que es como si no sintiera nada.
- Olvidos frecuentes en las cosas cotidianas y falta de concentración, debido a la saturación mental.
- Dificultad para pensar, a través de bloqueos, confusión mental, lentitud en el pensamiento. Esto hace que tarde mucho en cualquier cosa, en la toma de decisiones, incluso en las cotidianas pequeñas.
¿Crees que puedes estar agotado o agotada emocionalmente?
En otro próximo artículo te daré algunos consejos para mejorar este agotamiento, pero si crees que no puedes esperar y necesitas ayuda, no dudes en contactar con un profesional de la psicología.
