Puedes realizar ejercicios de mindfulness con tu hijo/a de modo que contribuyas a aumentar tu estado de paz, así como el estado de bienestar del bebé. Durante la práctica de estas sesiones aumentará la secreción de hormonas y neurotransmisores del apego y del bienestar (oxitocina, serotonina, dopamina, endorfinas…) en tí y en tu criatura, lo que refuerza el lazo de unión entre ambos.
La secreción de esta química cerebral en tu bebé influye en su estado general, que propicia un mejor humor, mejora de la capacidad de aprendizaje, refuerza el sistema inmunológico, sentamos las bases de un mayor equilibrio emocional, etc.
En ti, contribuye a un estado de serenidad, de satisfacción contigo mismo/a, aumento de la confianza, mejora la capacidad de autorregulación de tus emociones, ayuda a la relajación física y mental… Y generarás recuerdos inolvidables y emotivos que jamás se borrarán.
¡¡¡WoW!!!! Tienes mucho que ganar, ¿verdad?